Con un mercado laboral asfixiado y ante unos índices de paro que no han dejado de crecer de forma galopante durante la crisis, muchos son los valencianos que han optado por el autoempleo como salida laboral durante los últimos siete años. Sin embargo, los datos oficiales de afiliación dejaban entrever que la sangría no se lograba taponar, ya que a pesar de la apuesta por el autoempleo Castelló, Valencia y Alicante perdían trabajadores autónomos cada año: se cerraban más negocios de los que se abrían.
Hasta ahora. Los últimos registros del Ministerio de Empleo correspondientes al pasado mes de abril confirman que la Comunitat Valenciana ha ganado cerca de 7.000 nuevos autoempleados en un año, cerrando una tendencia en negativo cosechada desde el ejercicio 2008. Así, un total de 322.428 residentes en la Comunitat Valenciana trabajaban por cuenta propia durante el mes pasado, cuando en el mismo período de 2013 fueron 315.599 los ciudadanos en esta situación.
El «milagro» ha sido posible gracias, por una parte, a la aparente mejora de la situación económica general, que poco a poco va devolviendo la confianza a emprendedores y consumidores. Pero, según las principales asociaciones que representan a este colectivo de trabajadores (UPTA y ATA) también ha sido clave la aprobación de la denominada tarifa plana de la Seguridad Social, una medida que permite a los nuevos autónomos pagar únicamente 53 euros de cotización durante los primeros seis meses en lugar de los 261 de la tarifa general, y que posteriormente mantiene determinados descuentos hasta alcanzar los 18 meses.
«Ha sido muy importante porque en un gran número de casos, como el de mucha gente que se pone a trabajar desde casa, la cuota de la Seguridad Social es su principal gasto fijo», aseguró ayer el secretario general de la Unión de Profesionales y Trajabadores Autónomos (UPTA) en la Comunidad Valenciana, Javier Pastor.
«La tarifa plana es una gran ayuda porque al principio de un negocio es cuando menos ingresas. Se puede decir que antes de ganar dinero ya estás pagando impuestos», señaló, por su parte, el presidente de Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en la Comunitat Valenciana, Rafael Pardo. En cierto modo, lo que hace la medida aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy es facilitar la supervivencia de los nuevos negocios que se abren en plena crisis, a la vez que les dan un plazo de tiempo más largo para consolidarse, algo que hasta ahora no ocurría y que provocaba que se pusieran en marcha un gran número de iniciativas laborales que tenían que cerrar cuando sus impulsores se quedaban sin dinero para seguir con la actividad.
La cara «B»
Como ocurre con casi todo, este «boom» del empleo por cuenta propia también esconde su cara negativa, como los abusos que cometen algunas empresas que despiden a sus trabajadores para subcontratarles luego como autónomos para realizar las mismas tareas y así ahorrarse parte del dinero que destinan a la Seguridad Social. O las dificultades que la falta de experiencia o vocación –dos de cada tres nuevos autónomos lo son por necesidad no porque tengan un proyecto claro, según UPTA– ocasionan a muchos de estos emprendedores.
A este respecto, desde las asociaciones advierten que «hay que pensarlo mucho y tener un buen plan de empresa antes de lanzarse a la aventura» porque la tarifa plana sólo puede solicitarse una vez. Habría que esperar cinco años, si la medida sigue en vigor para entonces, para volver a beneficiarse. De hecho, quienes han recibido ayudas anteriormente para hacerse autónomos, tampoco pueden solicitarla si no ha transcurrido el mismo plazo.
En cualquier caso, Rafael Pardo, señala que, tras este empujón, ahora la clave está en que «la situación económica siga mejorando y, sobre todo, en que se recupere el consumo», ya que la práctica totalidad de los autónomos dependen del mercado interior para sobrevivir.
Via: levante-emv.com