Los autónomos están salvando los muebles a la economía cacereña. Los emprendedores que se atreven a crear su propio negocio pese a las graves dificultades de financiación, a la peregrinación por los bancos, al importante freno en el consumo y al alto coste de los alquileres, son los artífices del único dato positivo en afiliaciones registrado en 2013. Mientras que el régimen general (formado mayoritariamente por trabajadores por cuenta ajena) cayó en 1.378 personas en la provincia cacereña respecto a 2012, hasta quedar en 103.307, los autónomos subieron en 341 y alcanzaron los 30.255. Ya en 2014 sigue la tendencia positiva, y a finales de abril se han registrado 30.618, con crecimientos en la mayoría de los sectores de actividad.
De hecho, abril ha supuesto un récord histórico para el colectivo de autónomos, que ha sumado 21.945 altas en España, de las cuales 849 corresponden a Extremadura y 316 autoempleos en Cáceres (acumula un alza del 1,2% en el primer cuatrimestre de 2014). Esta inyección positiva también se produce desde hace meses a nivel nacional, donde los autónomos rompieron el pasado octubre una larga tendencia negativa de años para iniciar una subida continuada en las afiliaciones al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Los primeros meses de 2014 son los que mejor evolución presentan desde que comenzó la crisis.
La mayoría de los sectores de actividad en los que trabajan los autónomos también ganan afiliaciones. Los que más profesionales registran en Cáceres son comercio (7.798), agricultura (5.914), construcción (3.943), hostelería (3.764) e industria (2.079). Sin embargo, los que más suben en los últimos cuatro meses son educación (+10,2%), actividades profesionales, científicas y técnicas (+5,1%), actividades financieras y de seguros (+3,4%), actividades sanitarias y servicios centrales (+3,3%), y comercio (+2,1%). También existen sectores que aún siguen en descenso en Cáceres, como construcción (-0,9%), actividades inmobiliarias (-0,7%), información y comunicación (-0,3%) y actividades administrativas y servicios auxiliares (-0,1%).
«Los autónomos están desarrollando un papel importantísimo en la situación actual, porque no solo crean su propio puesto de trabajo, sino que además generan empleo. Los datos revelan que también aumentan sus contrataciones», explica Raquel de Prado, presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Extremadura
¿Cuáles son las razones de este empuje? Evidentemente la falta de empleo por cuenta ajena, según explica la responsable del colectivo. Pero además, las políticas que se llevan a cabo para fomentar el emprendimiento «favorecen la inclusión en el RETA de quienes no logran entrar en el mercado laboral y ven en el autoempleo la única vía», subraya. De hecho, aumenta la afiliación en diversas actividades profesionales, sanitarias, de educación, administrativas e incluso artísticas. «Son profesionales expertos en sus materias que al no encontrar empleo deciden hacer ese mismo trabajo pero por cuenta propia», afirma.
Además, los trámites para constituirse como autónomo son ágiles. «Resulta muy sencillo, prácticamente se puede hacer en el mismo día», afirma la responsable de ATA. Otro asunto distinto es el proceso para constituir el negocio, que además dependerá de la complejidad de la actividad que se vaya a ejercer, pero estos pasos también se han aligerado. «Todavía hace falta que salga una ley que establezca una unidad de trámites, es decir, que todo el proceso pueda resolverse en un único sitio en lugar de tener que acudir a las distintas administraciones», explica Raquel de Prado.
Mientras tanto, la creación de los Puntos de Activación Empresarial, uno de ellos en Cáceres, está facilitando sobremanera el camino de los emprendedores. Estos servicios les dan de alta en Hacienda y la Seguridad Social, les apoyan con el plan de viabilidad y las ayudas económicas, incluso pueden constituir su empresa por 100 euros. Asimismo, según informan desde ATA, a la subvención a fondo perdido para nuevos emprendedores se suma también la posibilidad de financiación de hasta 15.000 euros, a través de una mediación del gobierno con los bancos. Existe además la tarifa plana en la cuota para nuevos emprendedores.
Pese a esta batería de ayudas, los comienzos del autónomo no son un camino de rosas. Sigue habiendo escollos y el riesgo que asume parece inevitable. Los bancos continúan en muchos casos con la mano cerrada a la financiación, exigiendo unas garantías que pocos pueden ofrecer. El bajo consumo también constituye un problema de primer orden. Otras dos cuestiones que afectan seriamente a los autónomos, según ATA, son las actividades en negro, que tiran los precios por los suelos y establecen una competencia imposible; y por otro lado la morosidad tanto pública como privada, muy alta debido a la crisis, que distorsiona la marcha de los negocios al cortar sus beneficios.
En definitiva: para convertirse en autónomo hay que tener más que valentía. «Es preferible verlo como una oportunidad, no como un riesgo, porque también conlleva aspectos positivos. Quienes llevan toda la vida de autónomos coinciden muchas veces en que volverían a hacer lo mismo. Unos días ganan y otros pierden, pero se organizan su propio trabajo y no dependen de nadie», subraya Raquel de Prado.