Franquicia Desigual: el arte de darle la vuelta a la ropa

Desigual es una franquicia de moda española, sinónimo de creatividad, muy ligada al arte, fiel a su esencia, pero siempre impulsada por la innovación.

Sus campañas publicitarias rompedoras, las colaboraciones con artistas o diseñadores famosos en sus colecciones y la estética reconocible de su ropa, basada en retales y tejidos étnicos, son algunas de sus señas de identidad. El origen de la franquicia Desigual casi merece una película.

Thomas Meyer, un suizo que creció en España mientras regentaba ropa de segunda mano en Barcelona, ​​creó una chaqueta -ahora conocida como la icónica chaqueta- con restos de vaqueros, botones de latón y apliques de cuero.

Corría el año 1984, ya pesar de su precio bastante elevado (20.000 pesetas; unos 120 euros), la prenda fue un éxito de ventas.

Sin quererlo o sin quererlo, en un momento en que el concepto de upcycling tiene poca resonancia en la sociedad, Meyer destaca con un ejemplo de reciclaje.